sábado, 22 de mayo de 2010

De expedición al Parque de la Imaginación

Andrés el día jueves estaba emocionado, porque se iba de excursión, inicialmente él entendió que irían al Parque de las Leyendas, así que a la hora de salida al revisar su agenda y enterarme de la noticia, le digo “¡Andrés se van de paseo ¡” y él me dice “nos vamos de excursión al Parque de las Leyendas”, yo le digo que de acuerdo a la agenda se van al Parque de la Imaginación (para quienes no lo saben, es un museo interactivo de ciencia y tecnología), entonces sin que le diga nada, se acerca a su profesor y le pregunta “¿Profesor, a qué parque iremos?”, y el profesor confirma que irían al Parque de la Imaginación, me dijo que él quería ir al Parque de las Leyendas, le dije que luego iríamos, y sus amigos se acercaron y cometaron que se divertirían mucho y parece que le contagiaron su emoción, así que se quedó con la idea positiva.


Se levantó a las 3 am, y me dijo: “mamá, por qué tienes esa cara?”, bueno, tenía yo tenía sueño… je, je, je... y luego me preguntó: “¿mamá sabías que hoy me voy de excursión con mis amigos y mis profesores?”, luego le costó volver a dormir porque estaba ansioso por que amaneciera.

Como toda mamá me preocupaba que se alejara del grupo, que se perdiera…así que le hablamos lo más claro posible sin mucho bla, bla, bla… y bueno llevó en su mochila su gel antibacterial, papel higiénico, una manzana, un jugo y su botella de agua, porque el almuerzo se lo darían en el colegio para llevar. Ernesto se reía y me fastidiaba “¿no te olvides de mandarle una brújula, su sleeping...”, pero soy mamá, y a veces exagero .

Llegué temprano a la salida, porque tenía que entregar su mochila con la ropa para que se quedara en el taller de natación. Salió con un grupo de compañeros que también se quedaban al taller de natación. Fui con ellos hacia la piscina, y mientras esperábamos a los profesores, todos querían hablar a la vez, todos estaban muy emocionados por la súper experiencia en el parque de la imaginación, había podido experimentar cosas nuevas, y parecían que estaban desesperados por contarlas todas. Cuando Andrés empezaba hablar, Salvador pedía al resto del grupo que guardaran silencio para que escucharan a Andrés, detalle que me sorprendió, y me hizo sentir feliz. Andrés contaba lo que le había pasado, y sus amigos me contaban como ellos se había divertido y también contaban lo que Andrés había hecho. Una de las cosas que los chicos contaron emocionados es que había entrado a un “simulador de terremoto”, eso fue lo que deduje por su explicación, me dijeron que entraron a un tubo y parecía que estaban en un terremoto todo se movía y pasaban imágenes de personas que corrían y se tiraban por las ventanas….me imagino a mi hijo ahí, sin duda entró en pánico, seguro pensó que eso era real y no me equivoqué, Andrés agregó a los comentarios de sus amigos “sí, pero a mí me dio mucho miedo y me puse a llorar”, y Salvador le dice “no te preocupes Andrés, todos tenemos miedo a algo, eso es normal”..PLOP!...es un niño de la edad de Andrés., no esperaba esa respuesta y Andrés se sintió bien, y continuaron contando las cosas que sí les habían gustado, Andrés también participaba de la conversación y contaron cosas como que ha cada uno los metieron en una burbuja enorme (aquí Andrés comentó que fue una burbuja de un tamaño colosal”), se subieron a unas cosa que daban vueltas, a un túnel que parecía que los ponía de cabeza… también había un tren que se movía a través la energía que se producía al pedalear una bicicleta…. a Andrés le encantó haber podido levantar a Bruno usando una polea, mientras que Bruno estaba en una silla, en eso todos preguntan en coro “¿una polea, qué es eso?”, entonces Andrés empezó con su explicación, lo escucharon atentamente y luego uno de ellos le dice “la polea ayudó, pero tu también eres muy fuerte”, y Andrés feliz, porque el come sano y hace deporte para estar muy fuerte y saludable . Seguían contando todo lo que vieron y terminaron jugando los 5 (incluyendo a Andrés) a correr rápidamente sobre un camino de losetas y no valía pisar el jardín, mi enano también estaba disfrutando de ese momento, tanto como sus amigos. Se sentía parte del equipo, era él, y así sus amigos lo aceptaban, lo quieren, y por eso pueden realmente disfrutar momentos juntos...¡todo lo que tenemos por aprender de ellos!.

Y esta charla terminó con un lindo comentario de Salvador: “tía Andrés antes no tenía amigos, pero ahora tiene un montón”… ¡GRACIAS CHICOS!

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