miércoles, 11 de agosto de 2010

Días fuera de la ciudad

La semana pasada estuvimos de viaje. Salimos con la camioneta bastante cargada de cosas (soy una mamá bastante prevenida...je, je, je…para Ernesto, a veces exagero...je, je, je) y enrumbamos hacia el centro, última parada “la Selva central”, aún no teníamos claro hasta que ciudad llegaríamos :).

Andrés y Mafer ya estaban preparados, papá les había conseguido su set de exploradores (mochila, lupa, binoculares, linterna y brújula) para cada uno, también llevaban ahí su botellita de agua, sus pañitos húmedos y su gel desinfectante…je, je, je…estas últimas cosas fueron ideas mías...je, je, je. La idea era que cada uno cargara su mochilita en le viaje, cosa que no ocurrió, porque terminábamos cargándolas Ernesto o yo, o de lo contrario se quedaban en la camioneta. Y algo muy importante, Mafer llevaba su “Osito Luminoso” y Andrés su osito “Teddy”, así se sentirían como en casa :).

El viaje fue súper interesante, vimos paisajes preciosos, vivimos experiencias nuevas, también hubieron momentos de tensiones, y cada experiencia fue un aprendizaje. Pudimos ver lo que estudiamos para el último examen de Personal Social de Andrés, para el que todos estudiamos, incluyendo a Mafer, ya que yo había colocado toda la información sobre las regiones naturales (suelo, clima, recursos, tradiciones…) explicados gráficamente por todo el comedor, así que descubrimos que los libros no mentían...je, je, je.
  • Hace mucho frío”
  • “Los cerros tienen ichu”
  • “Los cerros tiene árboles”
  • “Mira ese río tan grande”
  • “Los cerros están calatos”
  • “!Cuántos árboles¡”
  • “Llueve pero tengo calor, ¡estoy sudando!”

Estos fueron algunos de los comentarios de Andrés y Mafer durante el viaje.

Para Andrés no son fáciles los cambios, pero los manejó muy bien, creo que también se debió a la forma en la que manejamos esos momentos. Para Andrés y Mafer era todo nuevo, para Ernesto y para mi, casi todo, antes ya habíamos viajado a Tarma, pero de esto hace casi 12 años, y era como si viajáramos por primera vez.

Bueno, el viaje era largo y la pregunta que no faltaba por parte de Andrés y Mafer era “¿cuánto falta?”, cosa que no podíamos saber con exactitud, porque dependía del estado de las carreteras, de cuantos camiones nos encontremos, del clima…y el no darles una respuesta clara los angustiaba. Pero todo cambiaba cuando empezaban a ver cosas nuevas, que le llamaban la atención, en el caso de Andrés las caídas de agua, puentes y las vías del ferrocarril, y en el caso de Mafer los animalitos y el cielo tan celeste con las nubes blancas (como ella lo dibuja :)).


La primera noche la pasamos en Tarma (sierra del Perú) y otras 2 en La Merced (selva central). Hubieron muchos cambios en sólo 4 días y 3 noches, desde climas, suelo, paisajes, hoteles….pero logramos vencer todos los obstáculos… je, je, je ... realmente la pasamos muy bien. Dios se encargó de eso, imagínense que el segundo día nos fuimos a una feria en Tarma, y obviamente Andrés, como todo hombre empezó a aburrirse, no quería nada, pero luego encontró un dinosaurio de madera, sí, aunque no me crean encontró un Argentinosaurio, que movía la cola y su cuello, algo muy curioso, que cuando lo veían andar con su dinosaurio, las mismas personas del pueblo preguntaban donde lo habíamos comprado…je, je, je.


Andrés muchas veces dijo “Quiero ir a casa”, “Vamos al hotel”, “no quiero ir”, “¿Cuánto falta?...” ¡Quiero ver discovery kids!”….” ¡nunca regresaremos!”…en fin, con cada una de esas frases lo único que quería era ir a lo conocido, a lo seguro para él. Frente a esto, nuestra respuesta siempre fueron en un plano positivo, “vas a ver que nos vamos a divertir”…”papá y mamá les han ofrecido que la vamos a pasar bien, y así va a ser”…”¿cuándo les hemos mentido?”… o hacíamos que se olvidara de eso, llamando su atención de alguna manera, como “chicos, ¿Dónde están sus binoculares, pueden ver qué hay en ese cerro?”…” ¡Miren, allá vienen un puente!”….” ¡Un túnel, qué bacán!”….” ¡Miren ese río es enorme!”…” ¡Estas cosas no las vemos en Lima!”… cosas que se nos ocurrían de pronto y funcionaba, tanto para Andrés como para Mafer. No puedo negarles que hubieron momentos en los que su insistencia era bastante agotadora para nosotros, por ejemplo el que mas recuerdo es cuando íbamos de camino a las Cataratas de Bayos, eso implicó un viaje en la camioneta de una hora y media, sobre trocha, estaba lloviendo, un camino de dos vías cuando realmente sólo pasaba un auto, a un lado el cerro y al otro el precipicio….era un camino difícil para todos, y para los chicos mas, porque íbamos lento y parecía que nunca llegaríamos….así que Andrés empezó con que quería regresar al hotel, que faltaba mucho….y en eso Ernesto le explica que íbamos a las cataratas que él quería ver…., pero Andrés no quería entender, así que paró el carro y le dijo con voz muy firme :
  • “¿Te has divertido en este viaje?”
  • “Sí”
  • “¿Te gustaron todos los lugares a los que hemos ido?
  • “Sí”
  • “Este viaje lo estamos haciendo para pasarla bien, conocer cosas nuevas….si no quieres ir con nosotros, entonces ¡bájate!”
  • “Quiero ir con ustedes”
  • Entonces vamos, nosotros queremos ir contigo y te prometo que la vas a pasar muy bien, ¿alguna vez te he mentido?”
  • "No”
Andrés se calló como por arte de magia, y en eso muy tranquilo empezó a comentar sobre los paisajes, y empezamos a conversar, comparar las cosas que ya conocíamos con estas otras nuevas….y todo se calmó. Obviamente Ernesto no iba a dejar a Andrés en medio del camino, pero tenía que hacer que reaccionara y así disfrutáramos todos del viaje y si que lo disfrutamos, las fotos no mienten:


Andrés extrañaba nuestra casa, sus cosas, su habitación desde el primer día, pero tenia claro que aún estaríamos unos días mas, y a la segunda noche fuera de casa, cuando abrazaba a su osito “Teddy”, listo para dormir, me dice:
  • “Mamá no puedo dormir, extraño los ladridos de Amigo”
Amigo es nuestro perrito, y bueno, ladra toda la noche, yo muchas veces lo quiero ahorcar .. je, je, je (es broma). Me pareció tan tierno escuchar decir eso a Andrés, realmente sentí que le salía del corazón, así que le ofrecí acompañarlo en su cama hasta que se durmiera, y así fue, a los pocos minutos estaba privado.

 
Otra cosa interesante, como dice Andrés, fue que la última noche, ya estábamos todos en la cama y prendimos la TV, estaban dando “La Era del Hielo 2”, película que les encanta a Andrés y a Mafer, pero en eso, Andrés se empieza a tapar los oídos y dice:
  • “¡Apáguenla!”
No era justa, Mafer estaba viéndola y además no entendíamos que pasaba, era una película que ya conocía, y algo que me llamó la atención es que agregó:
  • “¡Pónganla en inglés!”
Así que le pedí que se cambiara de cama, así estaría en la cama que no veía tan directamente la TV, lo abracé y traté de entender que pasaba, estaba inquieto, y me pidió nuevamente que la apagáramos, traté de prestar atención al sonido de la TV, y escuché un zumbido casi imperceptible, para mi, pero de seguro no para Andrés, le pedí a Ernesto que bajara un punto el volumen, estaba ya bajo, y cuando lo hizo, Andrés se calmó y empezó a reírse y a comentar con la película, entonces le explique:

  •  “Amor, lo que te fastidiaba era el ruido, así que tenias que habérnoslo dicho, para poder bajar el volumen”
En eso, pasó una escena en la que los personajes subían el tono de voz y Andrés muy calmado dice:
  • “Papá, ¿puedes bajar el volumen?”
Ernesto y yo sonreímos, porque esa era una prueba de que había aprendido la lección y en realidad la única forma de saber lo que le pasa es que él trate de explicárnosla, y así poder ayudarlo.

Fueron unos días maravillosos, en la cual aprendimos muchas cosas, experimentamos cosas nuevas, pero sobre todo nos cargamos de energía para seguir adelante :).

 
 

2 comentarios:

  1. Por las fotos fue un preocioso viaje de vacaciones les felicito siempre hace bien cambiar de ambiente para luego volver con nuevas fuerzas , muchos besos

    ResponderEliminar
  2. Es estupendo, que fotos mas bonitas, irse de vaciones viene bien a todo el mundo, renuevas aires y llegas a casa con otra forma de mirar las cosas.
    Besos

    ResponderEliminar