lunes, 26 de julio de 2010

Poniendo en práctica lo aprendido

El sábado Andrés tuvo una mañana complicada, tenía su taller de habilidades sociales y tuvo una crisis debido a que un niño le había roto si Buzzligthyear, para niños Andrés, sus juguetes y cada una de sus cosas son muy importantes y valiosas, es muy cuidadoso, ordenado…y por ello que uno de sus muñecos se haya roto es algo que lo puede llevar a llorar como un bebe, molestarse…es un mezcla de sentimientos que no sabe aún controlar. Y no sólo eso, a pesar que le sugerí que no llevara juguetes a su taller, y mucho menos
sus creaciones de Lego, porque esto podría traer problemas en el grupo, y el muy inteligentemente:

• “Mamá son Legos y se pueden volver a armar, ¿no lo sabías?”

Esto es algo que ha aprendido, especialmente gracias a Mafer, su hermanita, quien le explicaba a Andrés cada vez que de casualidad le desarmaba alguna de sus creaciones que se podían volver a armar, y las palabras mágicas “lo siento, soy tu hermanita pequeña …no lo quise hacer”…y luego con el grupo del cole, los chicos ya saben darle su espacio, lo conocen, lo aceptan y respetan, Andrés juega con ellos, cuando quiere, y también respetan sus momentos en el que él quiere estar solo, entonces ya no existen esos problemas, pero ahora el grupo era diferente a los que él ya conocía, y los riesgos existían, pero tiene que aprender a manejar esas situaciones, así que llevó sus juguetes.

Al ir a buscarlo, Andrés había tenido una mañana bastante complicada, primero uno de los chicos le había roto su Buzzlightyear, y al final no encontraba una pequeña pieza de su Lego, estaba llorando, eran sus JUGUETES, algo muy importante para él y eran válidas sus emociones de tristeza y cólera.

Salió más tranquilo del taller, antes de entrar a buscarlo, llamé a Ernesto, quien nos estaba esperando con Mafer, para ir a la casa de mi mami, y le comenté que las cosas podrían estar complicadas esta tarde, y le conté lo que había pasado.

Íbamos con Andrés al auto y le dije, que esto le tenía que servir de lección, y usé la frase que mi mamá usaba cuando yo era pequeña “recuerda que tu mamá no habla por gusto, yo sabía lo que podía pasar”…era una frase que a mí no me gustaba escuchar, porque parecía que ella nunca se equivocaba, cosa que aprendí y entiendo ahora, tenía más experiencia que yo, y quería protegerme, pero a veces los hijos no se los permitimos, y también tenemos que crecer con nuevas experiencias y muchas de ellas complicadas.

Andrés me dijo que quería otro muñeco, mientras lloraba en el auto, le dije:

• “Cuéntale a tu papá lo que ha pasado, pero hazlo tranquilo, así pueden entenderse”

Se quedó callado y le insistí:

• “llevar tus juguetes fue tu decisión y tienes que asumirlo”

El no decía nada, estaba muy callado, ahora entiendo que estaba procesando lo sucedido, porque cuando llegamos donde Ernesto y Mafer, esperó que subieran al auto y muy tranquilo le dijo:

  •  “Papá, un amigo rompió mi Buzzlightyear”
  • “¿tu se lo prestaste?
  • “Si”
  • “Bueno campeón, que esto te sirva de lección, tienes que saber a quién le prestas tus cosas y donde las llevas, esto es algo que vas a tener que aprender, no te imaginas las cosas que he perdido o me las han malogrado por no saber a quien se las prestaba, ahora es un juguete, luego será tu cámara de fotos, tu laptop….por eso tienes que aprender ahora, ¿entendiste?”
  • “Sí”
Y no volvió a mencionar nada del tema, yo me imaginé que en la casa de mi mami, se podrían complicar las cosas, porque no les he contado, pero mi mami es de esas abuelas recontra engreidoras, si sus nietos se lo piden no hay imposibles…y mis hijos lo tienen muy claro.

Pero Andrés llegó muy tranquilo, sacó su Buzzlightyear, y me dijo “bueno, todavía sirve”, y se puso a jugar muy tranquilo, hasta sacó su lego e hizo unos cambios en su diseño para poder reemplazar la pieza perdida. Estábamos felices y sorprendidos, Ernesto me dice: “¡mi hijo está creciendo y madurando, lo veo tan bien!”

Ayer domingo nos fuimos al bosque, Andrés y Mafer preparaban las cosas que querían llevar, entonces les dije:

• “piensen bien las cosas que van a llevar, no vaya a ser que se les pierda por allá”

Andrés dice “¡UPS!” sonrió y me dice “mejor dejo mi lego, se puede perder en el bosque”, y cambió eso por sus dinosaurios, Mafer llevaría su hámster de juguete y ambos estaban advertidos que cada uno era responsable de sus cosas.

La pasamos súper, Mafer y Andrés jugaban en un arroyo con los dinosaurios, mientras que Ernesto y yo cuidábamos a “Lucecita”, el hámster de juguete, y en eso, no encontraban a un dinosaurio y Andrés dice:
  • “¡No encuentro a mi giganotosaurus!”
  • "¿cuál es ese?”
  • “Es color verde claro, es bípedo… me lo regaló Ismael” 
Con la última información, Ernesto y yo entendimos de cual se trataba, y empezamos a buscarlo los 4. Andrés no se bloqueo por sus emociones, ayudó a buscarlo, y finalmente lo encontramos, se había camuflado entre el pasto, y siguieron jugando. En eso nos íbamos a jugar a otro lado y al levantar las cosas no encontrábamos al teranodonte, y muy tranquilo pidió ayuda y nos echamos a buscar nuevamente los 4, pero esta vez no tuvimos suerte, no lo encontramos, lo más sorprendente es que Andrés no perdió la calma en ningún momento, puso su carita triste, pero no hubo llantos, ni gritos, ni nada que se pareciera. Al rato Mafer quiere tomar agua, y ¡Oh Sorpresa!, el teranodonte se había enganchado dentro de uno de los bolsillos de la mochila donde colocamos el agua….YYYEEEEEHHHHHEEEHHHH!!!...lo encontramos, y sugerimos que debería tener más cuidado porque era muy pequeño.

Luego fuimos a comer un helado, y en eso escuchamos: 
  • “¡Hola Andrés!”
Era Lucas, un amiguito del colegio de Andrés, uno de sus primeros amigos, un niños muy bueno y noble, sin que nadie le diga nada, Andrés voltea y le dice:

• “¡Hola Lucas!” y le da la mano, y luego continua con lo que estaba haciendo.

Le pregunté a Lucas por sus papis, y al poco rato nos encontramos, y nos dividimos, Mafer y yo nos fuimos con la hermanita de Lucas y su mamá a los juegos y Ernesto se quedó con Andrés dibujando. Lucas se había ido con sus primos por otro lado.

Nosotras estábamos muy bien, las enanos se llevan muy bien, así que todo tranquilo, y necesitaba ir al auto para buscar algo, y fui a buscar a Ernesto y a Andrés, no estaban donde los había dejado, estaban en la cascada, y la escena que vi era la siguiente “Ernesto y el papá de Lucas conversando, mientras que Lucas, su primo y Andrés jugaban en el riachuelo con sus dinosaurios”. Ernesto me contó luego que también jugaron a deslizarse en una colina los tres, y que estaba muy contento de ver a su hijo tan contento, y claro que a yo también lo estaba. Luego tenían que irse, y nosotros que almorzar, así que Andrés regresó a dibujar, mientras decidíamos donde almorzar.

Fue un día bastante especial, Andrés demostró que había aprendido la lección, un súper avance, y además lo vimos disfrutando de la compañía de Lucas, sin necesidad de estar encima de él para dirigirlo, él está aprendiendo a manejarse en un mundo neurotípico, del cual sólo pide a cambio que lo respeten, acepten y lo quiera. ¡Gracias Dios por este gran fin de semana!

viernes, 23 de julio de 2010

Empezando Vacaciones :)

Hoy empezamos las vacaciones, la verdad es que sólo quería estar en casa, quedarme en pijama hasta tarde, olvidarme de correr con las tareas, ….quería estar tranquila...hoy me había propuesto que sería un día en el que se estresaba, angustiaba, desesperaba, corría….perdía el juego…je,je,je.

No puedo negar que ha sido un día increíble, Andrés y Mafer estuvieron muy tranquilos. Andrés hasta avanzó la tarea de matemática sólo, yo le decía “amor eres muy rápido”, y él me respondía “sí mamá, soy muy bueno en matemáticas”… la consigna inicial fue “amor, termina de jugar y empezamos con la tarea de matemáticas”, y así fue, terminó de jugar y me preguntó “¿qué tengo que hacer?”, le enseñé la página del libro que tenía que hacer, y me pregunta:

  • “¿cuántas paginas son?”
  • “¿qué te parece 4 caras?”
  • “eso es mucho, ¿puedo hacer ahora 2?”
  • “¿y el resto?”
  • “las hago luego de jugar”
  • “ok, vamos a avanzar dos, luego vas a jugar, y regresas, y vamos avanzando así las páginas que puedas”
  • “¿más de dos?”
  • “eso espero”, y le sonreí.

Estaba entablando una conversación con mi enano, y no se imaginan como lo disfrutaba, cuando las cosas se ponen tensas con la presión de las tareas, durante las clases, soy yo la que propongo dividir la cantidad de tarea entre tiempos de relax, porque entiendo que la presión lo puede llevar a bloquearse, y con eso los resultados son muy buenos, esta vez no lo planteé yo, él lo hizo, lo aprendió y lo puso en práctica, eso me encantó :).
Trabajó súper bien, lo hizo sólo, y jugaba y regresaba…qué rico poder avanzar así las tareas teníamos de 8:00 am a 8:00 pm para poder ir a un ritmo relajante…je,je,je… No crean que exageré en empezar a hacer tareas desde el primer día de vacaciones, es que le dejaron 70 páginas para desarrollar del libro de matemáticas (tenemos 2 semanas de vacaciones), y no sólo a él, la consigna fue para toda la promoción, así que no podemos perder un día...je,je,je.

Todo fue súper, en la tarde llegó Sebastián (su gran amigo) con su hermanita Luciana, me olvidé de contarle que vendrían, y en cuando lo ve llegar lo primero que le dice:

• “¿Sebastián a qué has venido?”
Sé imaginan mi cara, no quería que Sebastián y su hermanita se sintieran mal, y sabia que esa no era la intensión de Andrés, su pregunta era válida ya que no sabía que iban a llegar. Entonces yo me adelanté y le dije: “Amor, Sebastián ha venido a jugar contigo y Luciana con Mafer”, entonces Andrés me dice “¡qué bueno!”, en eso les pregunto “¿qué les parece si vemos Toy Story 2?”, la primera respuesta de Andrés fue “no, no quiero”, entonces yo le digo “Es donde sale Buzz”, él corrige mi pronunciación, yo lo pronuncié tal y como se escribe…je,je,je…”¡ah!, no te entendí al inicio, pero ahora ya sé que película es, ¡sí quiero verla!” y en eso voltea y le pregunta a Sebastián “Sebastián, ¿Te gustaría ver Toy Story 2?, Sebastián aceptó y Andrés sonríe y me dice “mamá entonces, ¿qué estamos esperando?”.

Al inicio Andrés, Mafer, Sebastián y Luciana veían la película, les preparé canchita y se las di en dos platitos, uno para niños y otro para niñas, el de los niños quedó vacío rápidamente, al rato las chicas prefirieron ir a jugar a la habitación de Mafer. Los cuatro estaban muy bien, Por momentos escuchaba a Andrés y a Sebastián conversar sobre lo que veían, y se reían, Andrés no paraba de comentar, algo propio de él, antes repetía los diálogos de los personajes de memoria, pero le explicamos que eso molestaba a las personas que veían con él la película, no fue cosa fácil, nos tomó mucho tiempo, pero ahora ya lo ha aprendido, comenta las situaciones de los personajes y hasta preguntar sobre el tema, eso además lo ayuda a estar conectado con quien o quienes lo están acompañando, ya que espera una respuestas a sus preguntas, así ya las sepa :). Esto le da seguridad.

Luego preparé chocolate caliente, y todos en la mesa, era una mesa bastante alborotada, tres niños hablando sin parar y Andrés estaba tranquilo armando un dinosaurio con su lego, mientras su chocolate se enfriaba. Luciana comentó que Andrés era muy bueno armando con Lego y que sus dibujos eran muy bonitos (el cuaderno de dibujos de Andrés estaba en la mesa).

Quien terminaba se paraba de la mesa para continuar jugando, terminaron los 4, no al mismo tiempo, pero fueron obedientes, ninguno intentó siquiera levantarse sin haber terminado, en eso Luciana ya no quería jugar con Mafer, empezó a armar con Lego y de pronto le pregunta a Andrés: “¿Andrés está bien?”, Andrés mira lo que ella le muestra y le dice “Sí”, Luciana sonríe y lo deja al lado de Andrés, en eso Andrés muy tranquilo le dice “no lo puedes dejar aquí”, yo le explico “Amor, ella sólo quiere ayudarte a armar”, y él me responde “pero yo no lo necesito”, y sigue armando muy tranquilo, le digo: “Amor, ponlo a un costadito, no te va a molestar”…en eso Luciana vuelve con otra cosita que había armado y le vuelve a preguntar si estaba bien, Andrés le vuelve a responder que sí, ella lo deja, y él lo arrima un poquito, pero ya no le dice que se lo lleve, yo le pregunto “Andrés, ¿que ha armado Luciana?, y él me responde “no sé, es algo muy extraño”… je,je,je...pero a pesar de eso, no se lo había dicho a ella, Luciana estaba feliz porque Andrés le había respondido “sí”, cuando ella le preguntaba “Andrés, ¿está bien?” por cada una de las creaciones que ella le llevaba. Luciana reconoce que Andrés es muy bueno armando con Lego y dibujando, entonces lo que él opina sobre las creaciones de ella son muy importantes, al punto que Mafer perdió a su compañera de juegos y empezó a llorar porque Luciana ya no quería jugar con ella…aunque no lo crean, Andrés le había quitado la amiga a Mafer…je,je,je.
Un dinosaurio que se transforma en excabadora

Andrés se olvidó de ver su programa favorito, se olvidó de su hora de dormir, parecía que lo habían cargado de baterías, estaba contento, tranquilo, disfrutando el día por completo.
….mi hijo no se cansa de sorprenderme, es Asperger y está dispuesto a aprender de este mundo neurotípico…y parece que también lo disfruta :)

sábado, 17 de julio de 2010

Aprendiendo

El jueves fue un día lleno de sorpresas, para empezar, cuando lo fui a buscar a Andrés al cole salió súper contento, y cómo les conté a través de mi muro en facebook, Emilio, un amiguito súper bueno de Andrés a la hora de salida se detiene como lo hace todos los días, porque siempre tiene algo que contarme de Andrés, y no puedo negar que me encanta que lo haga, porque lo hace de una manera tan especial, que sea lo que sea que haga Andrés encuentra la razón y lo entiende . Bueno Emilio esta vez me dijo:

- “Tía, Andrés me ayudó a cerrar mi mochila porque yo no podía”
- “Qué bueno Emilio, ¡qué buena noticia!”
- “Tía, ¿es verdad que Andrés como sano y hace ejercicios?”
- “Sí”
- “porque Andrés me ha dicho que por eso es muy fuerte”

Luego le pregunté a Andrés y me dice:

- “Emilio me pidió que lo ayudara y yo lo hice, porque soy muy fuerte y podía hacerlo”

¿Se imaginan como me sentí?...yo no estuve ahí para poder modelar el comportamiento de Andrés y él lo manejó muy bien, y fue amable con Emilio. Esto no fue algo que Andrés ha ido aprendiendo, que le hemos ido enseñando, y ya lo puede manejar sólo…¡Me siento FELIZ!

También ayer Mafer me acompañó a buscar a Andrés al colegio, cuando Andrés vio a su hermanita, se acercó a ella y AMBOS se abrazaron como si no se hubieran visto por mucho tiempo, fue muy tierno. Las personas mayores que estaban ahí los miraban con ternura y les sonreían, luego empezaron a corretear un ratito y salieron del colegio jugando al trencito, fue muy divertido.

En la tarde, estábamos repasando unos problemas de matemática, el enunciado de uno de ellos era el siguiente:

“El panadero vendió 346 panes. Si vendieron 156 en la mañana y 145 en la tarde. ¿Cuántos panes le quedaron?”

Entonces le pedí que lo leyera y lo resolviera, lo termina de leer dibuja este esquema:


Y me dice:

- “Son restas”
- “¿Qué tienes que restar?”
- “346 menos 156 y eso menos 145”
- “¡Muy bien, amor!, pero ¿sabes que hay otra opción?
- ¿cuál es?

Entonces aumento a su esquema lo siguiente:


Y le explico:

- “Puedes calcular el total de panes que se vendió”
- “¿tengo que sumar”
- “Sí, y luego restar 346 menos el resultado de la suma”

Todo se lo explicaba en el esquema

- “Lo entendiste”
- “sí”
- “Pero, ¿también puedes restar dos veces?”
- “sí”

Entonces borró lo que yo había hecho y lo desarrolló como él lo había planteado inicialmente…je,je,je…Lo mas bacán de todo esto, es que Andrés aceptó una sugerencia, la escuchó, y no se molestó porque lo “invadí”, muy tranquilo escuchó mi propuesta de planteamiento, pero parece que le pareció mejor su planteamiento…je,je,je. Me alegra poder sentir que mi hijo ahora está dispuesto a aceptar ayuda, a escuchar y…luego tomar una decisión de manera tranquila…¡¡Eso para mí es un gran avance!!

Lo más asombroso vino en la tarde, como ya les he contado, Andrés, como todo Aspie, tiene cosas que son parte de su rutina diaria y son cosas que no son fáciles de cambiar, por no decir que casi imposible. Por ejemplo: (de lunes a jueves y domingos):

- A las 6 pm, pide permiso para prender TV, y si tiene mucha tarea la apaga a las 6:30 pm. Pide permiso, porque es muy educado, pero no acepta un “no”…je,je,je
- A las 7:00 ve Jorge el Curioso
- A las 7:30 está en su cama, rezamos y a los minutos se duerme

A él no tenemos que recordarle que es hora de dormir, a las 7:30 pm, apaga la TV, excepto los viernes y sábado que se queda hasta las 8:00 pm.

Cuando hemos tenido que cancelar esa rutina por cosas importantes, como ir al médico, y se lo avisamos previamente, no hay ningún problema, pero si es por algo que para él tiene sentido o no es tan importante, ahí empieza el problema.

Pero ayer fue diferente, como todos los días llegamos del colegio, se bañaron, almorzaron, hicimos un poco de tareas, se pusieron a jugar y regresamos a hacer estudiar, para luego prender la TV a las 6:00 pm. ..Pero no fue así…mientras jugaban antes de empezar a estudiar, escuchaba a Andrés y Mafer conversar, no sé de qué hablaban exactamente, pero cuando terminamos de estudiar, Andrés me dice:

- “¿Mamá, vamos a pasear?, Mafer y yo queremos ir a pasear”

Me sorprendió y no podía perder esta oportunidad, no le mencioné para nada sus programas, ni que ya iba a hacerse de noche. Les sugerí un lugar y ambos estuvieron de acuerdo. Entonces, corrimos a abrigarnos y salimos.

Había mucho tráfico por la hora, pero esta vez eso no le molestaba a Andrés, no se desesperaba, estaba de lo más tranquilo, la impaciente ahora era Mafer...je, je, je…, así que mientras viajábamos en el auto les comentaba las cosas nuevas que podíamos ver en la noche y Mafer también me ayudaba e insistía “ves Andrés,….no podemos ver de día”, lo máximo mi enana. Y finalmente llegamos, y no puedo negar que la pasamos muy bien, les advertí que no podíamos alejarnos, que teníamos que estar uno cerca del otro….y se portaron muy bien, vimos unas tiendas de juguetes, tomamos unos jugo y regresamos a casa. Yo pensaba “¿a qué hora me dice, quiero ir a casa?”…y bueno, lo dijo una vez, y le expliqué que Mafer quería ver una tienda más y que habíamos salido porque los dos querían pasear, y no volvió a insistir, vimos la tienda que Mafer quería y regresamos a casa. En el auto los dos se acurrucaron en el auto y Andrés abrazaba a su hermanita, no lo podía creer, todo era increíble. Llegamos a la casa a las 7:45 pm, (ya habíamos pasado la hora de ir a la cama), pero no importaba, se cambiaron las pijamas, a lavarse los dientes, rezamos y a los minutos se quedaron dormiditos como unos angelitos.

Fue un día de muchas sorpresas, y sentí muy feliz...

Sé que Andrés es Asperger, y lo va a hacer toda su vida, pero mi hijo está empezando a aprender a tranzar con este mundo, un mundo en el que la mayoría no piensa ni siente como él y eso me hace sentir muy, pero muy feliz :)...él se está aprediendo de los neurotípicos y yo estoy segura que a través de mis hisotrias, él está enseñando a muchos neurotípicos :).

¡¡Gracias Dios por tantas bendiciones, gracias papito, porque sé que debes estar trabajando duro desde el cielo para que todo marche muy bien!!

jueves, 15 de julio de 2010

¡¡Mi enano está creciendo!!

Andrés está madurando, eso es lo que siento y veo. ¿Cómo así?, bueno, con cosa del día a día, en el colegio.

Por ejemplo el viernes llegó con el cuaderno de inglés, y lo había enumerado del 1 al 7, pero sólo había escrito 5 oraciones, entonces le pregunté:

  • “¿amor, qué pasó?”
  • "nada mamá, copie lo que estaba en la pizarra, el profesor dijo que después continuaríamos".

Les voy a ser sincera, me asombró tanta información por parte de Andrés, y me preguntaba si realmente había pasado eso en clase o que tal vez habían terminado las 7 oraciones y las demás (8, 9, 10….) las continuarían luego, pero decidí confiar y lo felicité por haber estado atento.

Cualquier duda que tengo sobre las tareas o copias en los cuadernos se las consulto a Sebastián, un súper amigo de Andrés quien lo cuida mucho, está muy pendiente de él en clases, y para suerte nuestra es casi nuestro vecinito, y justo ese día estaba enfermo y había faltado, así que ahora era Andrés era quien tenía que prestarle sus cuadernos, y así lo hizo, le prestamos los cuadernos de inglés, Comunicación Integral y Matemáticas, que eran los cursos que habían avanzado en los cuadernos. Qué bien me sentí porque esta vez Andrés pudo ayudar a Sebastián, y claro que se lo dije a Andrés, porque el copiar todo en clase y encima de manera ordenada, había permitido que Sebastián se pusiera al día durante el fin de semana.

El lunes no usaron el cuaderno de inglés, y el martes Andrés faltó por estar enfermo, así que le pedí los cuadernos prestados a Sebastián, y no me pudo dar el cuaderno de inglés porque como me había dicho Andrés el viernes, el martes habían terminado de escribir hasta la oración Nro. 7 y el profesor había pedido los cuadernos para revisarlos…¡¡¡¡yeeeee!!...mi hijo había copiado todo, cosa que ya hacía, y encima me informaba de las cosas que decía el profesor. Muchos dirán “¡qué exagerada!”, pero para los que conocen a los niños Aspie, saben que no exagero, Andrés, cuando no quiere responder algo se protege respondiendo “no me acuerdo”, y ahí se cierra, ahora simplemente le pregunté y él respondió lo sucedido .

El miércoles regresó al colegio, y según me contó todo bien, pero a la hora de salida, mientras lo esperaba sale del salón llorando, estaba en clase de matemáticas, fui donde él estaba y traté de mantener la calma, esto funcionó para que él me explicara qué había sucedido, y lo primero que me dijo llorando fue:

  • "rompí mi rompecabezas”
  • “Andrés, si no te calmas no puedo entender, y no te podré ayudar”
  • “mamá, me equivoqué al colocar la pieza y rompí mi rompecabezas”
 
Las cosas no me quedaban claras, en eso salió el profesor de matemáticas, y Andrés se desesperó nuevamente y empezó a llorar muy fuerte, regresé a Andrés y le dije:

  • “No va a pasar nada, lo que sea lo vamos a arreglar”
 
Andrés se calmó, no del todo, pero ya no lloraba, me acerqué al profesor y me mostró el rompecabezas que estaban armando, era uno de papel, el trabajo consistía que en la mitad de una hoja había una cuadrícula dibujada y en cada cuadradito estaba escrita una operación de multiplicación, por ejemplo “5x6”, y en la otra mitad de la hoja había una cuadrícula del mismo tamaño, la cual tenían que cortar cada cuadradito , en cada uno de ellos aparecía un resultado de las operaciones que se mostraban en la cuadrícula base, y además algunos partes de un dibujo que colocado de manera correcta (de acuerdo a los resultado de las operaciones) formaban un precioso dinosaurio. (Espero que me hayan entendido ). Me dijo que Andrés estaba trabajando muy bien, que había entendido el trabajo, que ya había avanzado más de la mitad, pero de pronto, cuando se equivocó en colocar una pieza se desesperó y salió llorando, pero que él no le había hecho nada,…y eso yo lo sabía, y lo que me interesaba en ese momento era que Andrés se calmara y entendiera que no gana nada desesperándose. Le dije al profesor que no se preocupara, que nosotros lo arreglaríamos.
 
Este era el rompecabeza, se había equivocado en 2 piezas de la cola. Yo creo que al descubrir la figura del dinosaurio, se emosionó y se olvidó de multiplicar, quiso terminarla teniendo como referencia las figuras de cada pieza.

Regresé donde Andrés y le dije:
  • “Todo está bien, lo vamos a arreglar en casa”
  • “Mamá yo siempre hago las cosas mal” 
Ahí si mi actitud cambió y en voz más fuerte le dije:

  • “Tú no haces siempre las cosas mal, sino te aseguro que no estarías aquí”
  • “¡Pero me equivoqué!”
  • “Andrés, eso no es malo, todos nos equivocamos y de los errores uno aprende”
  • “¡Pero a mí no me gusta equivocarme!” 
¿Saben lo que significó escuchar eso de mi hijo?, este pequeño de 8 años, fue capaz de decirme claramente que lo llevó a salir llorando de cólera del salón, no podía manejar el haberse equivocado, yo sé que a Andrés eso no le gusta, pero es la primera vez que él me lo dice, y eso para mí fue muy importante, porque él ya sabía por sí solo cual era el problema, y sentía que iba a ser más fácil conectarnos, ya que ambos sabíamos lo que había pasado, y lo aceptábamos, y creo que lo que más ayudó es que yo estaba tranquila, entonces podía contener su angustia, su frustración.
 
En eso se apareció Juan Pablo, otro amigo de Andrés, es un niño bastante movido y tiene muchos detalles lindos con Andrés, esta vez, salió de clase para calmar a su amigo y le decía:

  • “Andrés, tú has avanzado más que yo y te has equivocado menos, no llores, tú lo has hecho mejor que yo”

Eso, no lo calmaba a Andrés, pero yo vi a un niño maravilloso tratando de calmar a su amigo.
 
Nuevamente empecé a hablar con Andrés:

  • “Amor, todos nos equivocamos, así aprendemos, es parte de la vida”
  • “¡Pero a mí no me gusta equivocarme!”
Mi tono volvió a cambiar (subió un poco)

  • “¡Lo siento es parte de la vida y vas a tener que aceptarlo!”
Entonces me abrazó y se calmó por completo, entonces le dije:

  • “Lo que tienes que aprender de esto es que no lograste nada al salir llorando de clase… ¿qué tenías que hacer?"
  • “Pedir permiso para el baño, lavarme la cara y relajarme”
  • “Tú lo sabes, tú me has dicho lo que tenías que hacer”
  • “Y si te equivocaste, y no puedes sólo, pides ayuda”
  • “sí mamá… ¿nos podemos ir a casa?”
Le dije que teníamos que esperar a Sebastián, porque lo ibamos a llevar a su casa, y Andrés estaba muy tranquilo, y aceptó esperar sin ningún problema, luego nos fuimos Sebastian, Andrés y yo al auto, y la verdad que el viaje fue muy tranquilo, hasta por ahí conversaron un poquito en el viaje :).
 
Fue una gran lección para los dos, y en estos días note que mi hijo está creciendo, está madurando, está aprendiendo… es parte de la vida, y espero lograr ser el apoyo y el soporte que mis hijos necesitan, sé que tengo mucho que aprender y estoy dispuesta a hacerlo :).

 

 

 

viernes, 9 de julio de 2010

¿Estaremos en el lugar correcto?

Ayer fue un día de mucho correteo, en el colegio de Andrés había un concurso de departamentos del Perú, para lo cual cada aula debería decorar y exponer sobre un departamento, al aula de Andrés le tocó el departamento de Lambayeque (para los que no son de aquí, es un departamento de la costa norte del Perú), y el profesor nos organizó por grupos, y a mi grupo le tocó “Gastronomía de Lambayeque”, no sólo teníamos que ver la decoración alusiva al tema y preparar los platos típicos, sino que los chicos tenían que exponer.
Preparando a Andrés para que sepa sobre el tema, le comento que en Lambayeque se prepara el arroz con pato, y él me dice:
  • “¿A qué pato te refieres?”
  • “Al animal que hace cua cua”
  • “¿Quieres decir a un pato muerto?”
  • “Así es”
  • “¡AAAJJJJ….!!”
Le expliqué que así como el arroz con pollo, plato que le encanta, la diferencia era que en vez carne de pollo era carne pato, pero esta explicación no lo convencía…je,je,je

Así que pensé que expusiera sobre el arroz con pato, no sería una buena idea…je, je, je...

Andrés finalmente expuso sobre el “espesado”, es una especie de sopa a base de choclo licuado y caldo de carne de res, cuando le empecé a contar sobre este plato, le causó curiosidad y en eso me dice:

  • “Mamá, sería buena idea probarlo, para conocerlo”

Tenía mucha razón, pero la verdad es que yo nunca lo he preparado, y sólo lo preparan los días lunes en restaurantes de comida norteña, así que se me complicaba. Le mostré la foto y le prometí que el día de su exposición lo probaría :). Y con eso quedó tranquilo y aprendió muy rápido lo que tenía que explicar sobre el Espesado.

Ayer era el gran día, así que tuvimos que madrugar para ir a buscar la comida que teníamos que llevar, y nosotros no podíamos decorar la mesa, teníamos que llevar los platos y ollitas de barro ya listos para poner, porque como regla del concurso las mamás no podían ayudar en la decoración, esta debería ser responsabilidad del profesor encargado del aula y de los alumnos, cosa que no puedo negar nos ponía algo nerviosas a las mamás, porque queríamos que todo estuviera bien puesto, y como que a los hombres generalmente les falta gracias para eso….je,je,je

El profesor Rodolfo y los chicos estaba súper emocionados y corrían con los últimos detalles, todos los niños del aula tenían algún detalle alusivo al tema, los niños de nuestro grupo tenían su sombrero de paja, su poncho rojo y su pañuelo blanco en el cuello, se les veía lindos. Le pedí a Andrés que no se quitara el sombrero hasta que terminara el concurso (recuerden esto).

Apenas llegamos con el espesado, llamé a Andrés para que lo viera y si quería lo probara, pero le bastó con verlo y olerlo, y su comentario fue: 
  • “¡Mmmmmm …. huele muy bien!, y huele a choclo, porque se prepara con choclo rayado ¿lo sabías?”  
Bueno, las mamás tuvimos que retirarnos para que el profe y los chicos terminen los últimos detalles .
A la hora de salida, Emilio un amiguito de Andrés me dice:

  • “Tía, Andrés ha estado llorando y está muy triste porque ha perdido la bolsita de su lonchera”

La verdad es que cuando Emilio me dijo eso, en un primer momento no entendí y luego me imaginé que alguien le había querido hacer una broma y le habían escondido su bolsita…cosa que nunca antes había pasado, pero se me ocurrió por lo que me decía Emilio.

A los minutos salió Andrés del salón con una carita muy triste, y cuando me ve se pone a llorar, le pregunté que le pasaba y me dice

  • “Perdí mi bolsita de la lonchera”
  • “Pero, ¿comiste lo que te mandamos”
  • “Sí, ¡pero no encuentro la bolsita!”
Andrés toma refuerzo de desayuno y almuerza en el cole, pero siempre le mandamos un juguito y una manzana o unas galletas de avena, y es la bolsita en la que le enviamos eso (una Zip lock) la que se le había perdido y para él eso significaba mucho, porque él es alguien muy ordenado, y cuidadoso con sus cosas, y haber perdido esa bolsita para él era razón suficiente para estar triste, para muchos les parecerá exagerado, pero para él esto es válido.

Le dije que no se preocupara, que yo tenía más bolsitas como esa en casa, y que nosotros le cambiábamos cada cierto tiempo esa bolsita, porque con el uso se maltratan….lo importante era que se había comido su manzana y su jugo , y él me reconfirmó que sí los había comido.

Andrés se calmó, y justo en ese momento sale Juan Pablo, uno de sus amiguitos y le invita un chupete, logró convertir un momento triste en un momento “dulce”, no le dio mucha explicación a Andrés sólo le dijo “toma Andrés es para ti”, Andrés lo recibió y se lo comió, y se olvidó de su bolsita de manera mágica :).

Yo tenía que ingresar al salón para poder sacar las cosas que habíamos llevado para el concurso, le pregunté a Rodolfo, el profesor encargado de aula, sí podía llevarme las cosas, y me dijo que claro, le pregunté también ¿cómo estaba?, y con una sonrisa me dijo “¡loco!”...y los dos nos reímos, me imagino los correteos de la mañana, pero estaba contento. Me contó que los chicos se habían lucido con sus exposiciones, y que cuando el jurado llegó, cantaron todos el Himno Nacional, y que Andrés no se había quitado el sombrero, entonces uno de los del jurado, observó eso, y pidió que se lo quitara, entonces el Director le dijo:

  • “Él es Andrés, déjalo, está bien así…él lo va a hacer muy bien”

Y Rodolfo me volvió a resaltar:

  • “¡El mismo Director!”

Cosa que no puedo negar que me alegró muchísimo, y de manera especial porque yo no he tenido una conversación con el director sobre Andrés, yo sólo compartí este año el tema de mi blog y cierta información y videos, con todos los miembros del equipo del colegio, incluyendo el Directo, buscando que puedan conocer y entender mas a Andrés, esto lo hice a través de un email, pero siempre me quedó la duda si es que sabía de Andrés, y esta fue una muestra que sí, y no sólo una muestra de que lo conoce, porque conoce su rostro, sino una muestra de que lo conoce mucho más allá.

Luego Rodolfo me comentó que Andrés parecía algo distraído antes que le tocara su turno para exponer, pero los que sorprendió es que cuando en el momento que le tocaba exponer se conecto al instante y empezó y no paró hasta terminar, y eso sorprendió a todos, todo esto me lo contaba sonriendo, y eso me hacía sentir súper bien :).

Hay algo que esto me hizo recordar... cuando Andrés postuló al colegio, él lo hizo sin mencionar su diagnóstico, porque yo tenía miedo que le negaran la oportunidad de postular al saberlo, pasó por dos días de examen psicológico y luego de varios meses el examen de conocimientos (3 horas), y nunca voy a olvidar su carita al salir del examen, estaba muy cansado pero tranquilo, y le pregunté:
  •  "¿Amor, todo bien?"
  • “Si, mamá todos fueron muy amables”
  • "¿Estas cansado?"
  • “Sí mamá, y les dije que estaba cansado y que necesitaba dibujar para relajarme, me dieron una hoja, dibujé y luego seguí trabajando”
Yo rezaba mucho para encontrar el colegio correcto para Andrés y le pedí a Dios que si este era el colegio para Andrés, me abriera todas las puertas, de lo contrario no me dejara ver ni una luz.

Dios nos colocó en este lugar, y estoy segura que fue por algo, cuando hemos tenido días complicados no puedo negar que he pensado buscar otra opción, y se lo he comentado a Andrés, pero él responde llorando:
  • “¡No mamá, ese es mi colegio, y ahí están mis amigos!”
Ayer fue uno de esos días en los que siento que Dios nos puso en el lugar correcto, para mí significó mucho que la máxima autoridad del colegio, pueda ser flexible con Andrés, él no sabía que yo le había dicho a Andrés que no se quitara el sombrero hasta el final del concurso, pero no se hizo problemas en saltar el detalle del sombrero, él como autoridad dio una gran lección. ¡Mil Gracias!

Dios nos pondrá en el camino a personas que se quieran unir a este proyecto, otras que no les interese, otras que digan que sí, pero no sepan como…o que digan sí pero en el fondo no quieran…muchos tipos de personas, y debemos a fortalecernos de todas ellas, cada una a su estilo nos harán más fuertes, además todos ellos harán que la vida sea más emocionante con altas y bajas… y a mí no me gusta la rutina :).

 

martes, 6 de julio de 2010

Las reglas claras se respetan

El fin de semana fuimos a almorzar a un restaurante donde había juego para los chicos, Andrés subió un par de veces y en eso, ya no subió más, y se sentó a ver TV, pensé que podía haber pasado algo y me acerqué a averiguarlo:

  • "¿Andrés, que pasa por qué no juegas?"
  • "Mamá he crecido mucho y ya soy muy grande, ¡mira!”

Se acercó a la entrada del juego, y se para delante del tallímetro el cual señala la altura máxima permitida para entrar al juego, y bueno, efectivamente estaba por encima del límite permitido, entonces me dice:
  • “¿Viste mamá?, ya soy muy grande y ya no puedo jugar en ese juego” 

Me lo decía muy tranquilo, y se volvió a sentar a ver TV, mientras que Mafer jugaba en el juego.

En eso Marthita (persona de toda mi confianza, que adora a mis enanos y me ayuda en casa) enojada me dice:
-“Mi muñeco (así lo llama a Andrés), respeta las reglas sin que nadie se lo diga, pero ¡mira a ese!”

Con la mirada me señala a un adolecente de unos 14 años, que hace muchos años ya había pasado el límite permitido de altura para ingresar al juego, pero como ninguna persona responsable del local le decía nada, el seguía tirándose en la piscina de pelotas, se veía realmente ridículo, porque ya estaba bastante grande para ese juego, y también podría estropearlo, el juego no había sido construido para que alguien tan grande jugara en el, pero eso no le importaba a ese adolecente. Y eso me hacía pensar ¿cómo Andrés siendo mucho más pequeño se da cuenta que existe una regla que tiene que respetar, además estaba claramente representada, pero al adolecente ni le daba vergüenza estar ahí, y donde estaban sus padres para enseñárselo?...¡Cuánto tenía que aprender de mi hijo!

Esto no fue un caso aislado, Andrés siempre cumple las reglas (explicitas), los acuerdo (eso sí previo aviso, por que los cambios de imprevisto no le agradan), por ejemplo si acordamos hacer las tarea, o estudiar, o ver TV, o ir a algún lugar....en un momento determinado, no somos nosotros los que tenemos que hacerle recordar, hicimos un trato y ese trato se cumple, y si lo olvidamos él nos lo recuerda, así sea algo que no le agrada mucho ... ¿ese adolecente del cuál les conté hará lo mismo?...con esto no digo que el mundo Aspie es perfecto, pero sí voy a decir, ahora y siempre, que de ese mundo tenemos mucho que aprender.

Muchos dirán, “ella sólo quiere mostrar las cosas buenas de su hijo”, pero mi hijo tiene muchas cosas buenas, y sí como toda madre me encanta resaltarlas :), pero también les he contado en otras notas momentos no tan buenos, pero esa es parte de la vida, hay cosas buenas y no tan buenas, y de cada una se puede aprender algo :).

¿Se imaginan lo que sería el mundo si todos actuáramos (y me incluyo) como lo hizo Andrés en el restaurante?…otro sería este mundo, ¿verdad?...un mundo donde podríamos confiar el uno en el otro, donde no existirían personas que comenten infracciones de tránsito, donde no existirían estafadores, sin delincuentes….un mundo soñado, un mundo utópico…pero un mundo real para un Aspie.